Cada vez son más los estamentos y
personas que exigen un cambio en los Colegios Profesionales. Se trata de
instituciones que no han sabido o les está costando adaptarse a los tiempos
venideros. Forzar u obligar a colegiarse para ejercer una profesión son
vocablos que deben desterrarse de los dirigentes de nuestros colegios. La
necesidad de colegiación debe surgir de cada uno de nosotros y esa necesidad
debe derivar por pertenecer a un colegio porque aporta valor añadido al trabajo
que desarrollamos, cosa que en estos momentos no ocurre.
Tratar de sustentar nuestras
instituciones con los costes de visado es absurdo, hay que buscar otras
alternativas. Nuestros colegios no deben estar abiertos sólo a aquellos que
ejercen la profesión “liberal”. Cientos de compañeros por no decir una mayoría ejercen
otras profesiones; jefes de obra, técnicos de control de obra, técnicos de la
administración pública….y todos en sus respectivas profesiones, en muchas ocasiones,
requieren de un apoyo en su qué hacer diario. Nuestra formación debe defenderse
en todos los campos posibles, no sólo en el ejercicio de la profesión liberal.
Es necesario defender la titulación para poder optar a los más altos grados en
la Administración Pública, en la empresa privada, para poder estar presentes en
las tomas de decisión, y tener al menos la posibilidad de defender nuestras
posturas como colectivo.
En una noticia de hoy , la Comisión Nacional de la
Competencia (CNC) advierte que los colegios profesionales "favorecen
numerosas restricciones de la competencia", según un informe divulgado
ayer por el organismo público para comprobar la transposición de la directiva
europea de servicios sobre los colegios profesionales.
La fiesta se ha acabado.
Articulo de prensa. (fecha 26 de Abril de 2012)
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